El pasado 26 de enero de 2023 se celebró en el Espacio Miller de Las Palmas de Gran Canaria el preestreno del cortometraje Benito.
La obra dirigida por el prometedor Pedro Pérez, nos traslada a la infancia y adultez de Benito Pérez Galdós, permitiendo conocer un suceso que se ha ocultado durante años.
Una historia profundamente melodramática y melancólica.
El guión firmado por Pedro Pérez nos hace viajar por el corazón del escritor para conocer su historia de amor censurada. Contada con claros tonos melodramáticos, podemos indagar en la psicología del autor y conocer de una manera más cercana el triste suceso. Este tono melodramático está completamente ligado con la vida de Benito Pérez Galdós en propias palabras del director “En la autobiografía del autor en ningún momento hizo alusión a su historia de amor. Entierra ese pasado, dejándolo atrás, ya que para Benito Pérez Galdós esto era sinónimo de dolor”
Una de las decisiones más inteligentes por parte del equipo ha sido contar la historia oculta de Benito Pérez Galdós, centrándose más en su faceta personal frente a la profesional que todos conocemos de sobra. Para ello, la trama abarca desde 1854 y 1866
La parte de 1854 pese a ser la más corta, es esencial para comprender la psicología del protagonista, al cual se le prohibió desde niño expresar sus sentimientos más sinceros.
Cuando viajamos a 1866 nos encontramos ante un personaje que vuelve a casa, sin embargo algo le cambiará la vida para siempre. Durante todo el metraje no hay casi ningún ápice de optimismo, sin embargo entre toda esa melancolía nos encontramos con momentos realmente bellos y esperanzadores, donde el protagonista intenta abrir su corazón ante el amor de su vida.
Toda esta historia está protagonizada por Alejandro Maro (habitual colaborador del director) y Carolina Cue. Ambos hacen una interpretación magnífica, llegando a emocionar en varios momentos, provocando el aplauso de todos los espectadores al final del cortometraje. También les acompaña Maria Dolores Segura, la cual llega a estar a la altura de los dos protagonistas, con grandes momentos reservados para ella.
Un apartado técnico impecable
No es de extrañar que el apartado técnico este a un nivel tan alto teniendo en cuenta la cara visible del proyecto: Alejandro Maro, Pedro Pérez y Sergio Pereskia. Este grupo de jóvenes empezaron a trabajar juntos desde el cortometraje La entrega, el cual les sirvió para entablar una relación profesional muy estrecha. Con respecto a Benito es un producto afectado directamente por la pandemia, obligando a parar unos meses el proyecto. Cuando intentaron buscar la financiación les fue muy complicado, contándoles bastante encontrar a diferentes patrocinadores. Una vez ya estaba todo en marcha con una pequeña financiación, apareció la productora Lilium By Aps, aportando su valioso granito de arena al proyecto y permitiendo que tuviera ese nivel tan deseado por los tres emprendedores del proyecto.
La dirección de Pedro Pérez es sensacional, optando por un tono más reflexivo e íntimo, el cual nos ayudará a conectar con los personajes. Todo se desarrolla a su debido tiempo y a fuego lento, explorando la psicología de Benito Pérez Galdós y analizando de cerca todo su entorno.
Por otro lado la fotografía realizada por Sergio Pereskia es una clara heredera de Barry Lindon (Stanley Kubrick, 1975). Para ello decidieron usar diferentes efectos de luz gracias al uso de velas, aportando una dosis de realismo e inmersión al relato.
El vestuario a cargo de Domingo Pérez nos consigue transportar a esa época donde transcurre la historia. Esto es gracias a esa representación tan fidedigna de la época, recordando al vestuario de otras producciones de época sin llegar a desmerecer su labor.
Y por último la banda sonora compuesta por Navid Hejazi nos transporta a esa época con una emotiva banda sonora, la cual funciona en todo momento. Como punto negativo resaltar que durante el climax final puede llegar a dificultar los diálogos, sin embargo no afecta por completo a la experiencia.
En conclusión:
En conclusión con Benito nos encontramos ante un cortometraje arriesgado, al contar la historia censurada del escritor Grancanario. Destacar la psicología del personaje principal, una dirección intimista, la cual nos recordará a los Melodramas clásicos y una fotografía brillante. Sin duda me quedo con la percepción de que esto es solo la punta del iceberg y queda mucho por contar de esta emotiva historia.