Taxi Driver y el relevo generacional.

La década de 1970, es reconocida por ser una de las mejores de la historia del cine Americano. Ya se dejaba atrás el cine clásico, con la llegada de nuevas voces, entre las que destacamos a los cineastas Martin Scorsese, George Lucas, Francis Fordcopola. Una de las películas más emblemáticas de este momento, crucial en la historia del cine, es «Taxi Driver» (Martin Scorsese, 1976).

Se avecina un cambio en Hollywood

Para entender este cambio de paradigma, hay que detenerse en la producción cinematográfica durante la década de 1960. En ese momento histórico, se estaba produciendo un cambio generacional en los espectadores, los cuales ya no se sentían identificados con los códigos del cine clásico. Esta nueva cinefilia, se sentía más simpatía por protagonistas como el de la cinta “Rebelde Sin Causa”( Nicholas Ray,1955), la cual se adelantó a la hora de retratar a esta nueva generación.   

El creciente aumento de la popularidad de la cultura Hippie, también jugó un papel decisivo en la vida de esas personas, inconformistas y rebeldes por naturaleza. Por esta misma cuestión, las películas grabadas en estudios estaban fracasando, como puede ser el caso de “Cleopatra” (Joseph L. Mankiewicz,1963). Si el cine quería conectar con este nuevo público, tendrían que salir de los platos y rodar en la calle, con nuevos códigos.  

A finales de la década de 1960, antes de que las nuevas generaciones irrumpieron en Hollywood, se realizaron dos películas claves para el cambio, “Easy Rider” (Dennis Hopper,1969)  y “Bonnie and Clyde” (Arthur Penn, 1967). Ambas películas acertaron en algo vital, conectar con ese público joven. 

En el caso de “Easy Rider”, reflejaba a la perfección a ese grupo hippie, a través de sus largos paseos en moto, con consumo de sustancias incluidas. Por otra parte, “Bonnie and Clyde” ,era la representación de la historia de amor de estos dos criminales. Sin embargo, en ambos casos, hay una constante búsqueda de humanizar a estos grupos de gente con poca moral. Esa ultima mirada de los amantes, antes de ser masacrados es de una belleza, y a la vez de una crudeza, que nunca se había retratado.

Algo que caracterizaría al cine posterior, al del “Nuevo Hollywood”, es que los códigos de honor del cine clásico han sido completamente revertidos. Ya los protagonistas son antihéroes, con un lado más tenebroso en su ser.  A esto se le acompaña sus acciones inmorales: Cometer delitos, asesinar, robar e incluso drogarse. Todo se hacía con la finalidad de conectar con esa generación de espectadores, los cuales eran desafiantes y rebeldes por naturaleza. 

El éxito de «Easy Rider” y “Bonnie and Cyde”, terminó por enterrar al denominado cine clásico. Ya no había duda, Hollywood necesitaba nuevas voces, que hicieran películas con menor presupuesto, pero con la rebeldía como bandera. En este momento, el cine clásico Estadounidense dio paso a la denominada «Generación de los 70»

Taxi Driver como respuesta a esta contracultura.

Volviendo al caso de “Taxi Driver”, se trata de una cinta, que pretende mostrar, de la manera más cínica posible, el lado oscuro de esta cultura predominante. 

Lo primero que se nos muestra en su inicio, son esas calles sucias de Nueva York de noche, con aglomeraciones en las calles y taxis en circulación. Es entonces, cuando nos centramos en la siniestra mirada de nuestro protagonista, Travis, interpretado magistralmente por Robert de Niro. Tras su vuelta de Vietnam, nuestro anti héroe decide buscar trabajo de noche, debido a sus problemas de insomnio, a causa de las barbarias que vio en su pasado militar. 

Con esta premisa tan contundente, se nos presenta la historia de un hombre atormentado y profundamente solitario, al cual su gobierno ha dado la espalda, tras haber luchado en la guerra. Se trata de un personaje con el que en un principio es difícil de empatizar, pues muestra rasgos de psicópata, con esa frialdad, y odio hacia el ser humano, tan característico a su vez de la cinta. 

Ante todo, la cinta es un relato desesperanzador, seguramente de los más pesimistas y atormentados de la historia del cine. Es un claro descenso a los infiernos de una persona, que al igual que muchos veteranos de guerra, se vieron sumergidos en una profunda depresión tras su vuelta a casa. Travis no tiene ningún plan de futuro esperanzador, hasta que decide matar al presidente, y rescatar a la niña prostituta. Una vez llevado a cabo su segundo cometido, llevando la vida de criminales de por medio, es la única vez que la sociedad aplaude un gesto del protagonista.

Es paradójico que la sociedad preste atención a este individuo, cuando ejerce la violencia como medio principal de expresión. De eso trata realmente Taxi Driver. De un héroe de guerra olvidado por su gobierno, el cual no tiene la vida que merece. No hay que olvidar que la sociedad americana de los 70, tras la guerra de Vietnam, trató muy mal a sus soldados en la vuelta a casa. En vez de darles empleos dignos, los relegaron a un segundo plato.

 Por eso, tantos años después, Taxi driver funciona igual de bien que en su momento, como el relato de una persona traumada, y profundamente solitaria, pues solo se tiene a sí mismo. Obra maestra que he tardado en apreciar, pero que tras su tercer visionado, estoy más cerca de comprenderla. No hay mejor película que muestre el cambio generacional, entre el cine realizado en 1960 y 1970 que esta.


Gustavo F. A.

Futuro cineasta. Amante del séptimo arte